Pixar regresa con Elio, una emotiva historia de ciencia ficción sobre un niño solitario que es confundido con el líder de la Tierra por una raza alienígena. La cinta explora la soledad con esperanza, combina ternura y humor, y presenta un universo visualmente único. Su estreno en cines será este 19 de junio.

El nuevo filme de Pixar, Elio, llega este 19 de junio con una historia emotiva sobre un niño solitario que es confundido con el líder de la Tierra tras ser abducido por aliens. Entre humor, ciencia ficción y ternura, la cinta busca conectar emocionalmente con una audiencia que también se ha sentido fuera de lugar.

Dirigida por Madeline Sharafian y codirigida por Adrián Molina (Coco) y Domee Shi (Red), Elio es una aventura cósmica que mezcla imaginación infantil, reflexión emocional y un diseño visual totalmente innovador. El protagonista, un niño huérfano de 11 años con un parche en el ojo, sueña con ser abducido por extraterrestres… y su deseo se cumple cuando es teletransportado al Communiverso, una organización intergaláctica que lo confunde con el embajador oficial del planeta Tierra.

La cinta no solo propone un viaje por mundos alienígenas llenos de criaturas entrañables, sino que también profundiza en un tema poco habitual en películas familiares: la soledad. Sharafian explicó que la historia nace de conversaciones con psicólogos infantiles y experiencias personales del equipo creativo tras la pandemia. En ese contexto, Elio representa a millones de niños (y adultos) que se sienten desconectados y buscan un lugar donde pertenecer.

Una de las amistades centrales del filme es con Glordon, una criatura espacial con forma de larva que, a pesar de tener 800 años, se siente tan solo como Elio. Esta relación sirve como núcleo emocional del relato, transmitiendo el mensaje de que basta con encontrar una sola conexión significativa para cambiar tu mundo.

Visualmente, Elio rompe con los moldes de la ciencia ficción tradicional. Inspirado por el diseñador Harley Jessup (Coco, Monsters Inc.), el equipo creó un universo donde todo parece orgánico y viscoso: desde las naves hasta una computadora líquida. Esta estética blanda y redonda contrasta con lo mecánico de Wall-E o Lightyear, haciendo de Elio una propuesta visualmente fresca y emocionalmente poderosa.