Yoko Taro, creador de Nier: Automata, cree que en 50 años la inteligencia artificial reemplazará a los desarrolladores de videojuegos. Según él, la IA generará historias personalizadas y eliminará la necesidad de autores humanos.

Mientras algunos lo consideran distópico, otros en la industria ven la IA como una herramienta que complementará, no sustituirá, el trabajo.

Un futuro sin desarrolladores humanos

Durante una entrevista con Famitsu para promocionar su próximo título, Hundred Line, Yoko Taro declaró:

“La IA dejará sin trabajo a todos los creadores de videojuegos. En 50 años, seremos tratados como bardos, una profesión del pasado”.

El creativo japonés cree que los avances en IA generativa permitirán que los jugadores disfruten de experiencias personalizadas creadas automáticamente, sin necesidad de intervención humana directa.

Contenido generado a medida del usuario

Taro también señaló que en el futuro cercano, pasaremos de imitar a nuestros autores favoritos a consumir historias generadas por IA, según nuestras propias preferencias.

“La IA determinará lo que queremos leer y generará rutas narrativas ramificadas que se ajusten a nuestras decisiones, con sistemas de recomendación cada vez más precisos”.

Opiniones divididas en la industria

Mientras Yoko Taro sugiere un escenario distópico y automatizado, otros miembros de la industria tienen posturas distintas. Daniel Vávra, director de Kingdom Come: Deliverance 2, cree que la IA acelerará la creación de contenido sin reemplazar a los desarrolladores.

Por su parte, Strauss Zelnick, CEO de Take-Two Interactive, afirmó recientemente que la IA aumentará el empleo en el sector. Según él, no se necesitan nuevas medidas de protección laboral ante su avance.

Una herramienta polémica en la industria

Desde estudios pequeños hasta grandes compañías, la IA generativa ya es tema de debate en videojuegos. Josef Fares, director de It Takes Two, expresó que la industria debe adoptar y explorar esta tecnología, pese a sus implicaciones éticas:

“Es algo aterrador y muy emocionante a la vez”.

La conversación sobre el futuro de los desarrolladores humanos sigue abierta. Pero si Yoko Taro tiene razón, los juegos que disfrutemos dentro de 50 años podrían no tener ningún autor humano detrás.

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