Aunque sigue una fórmula conocida, deja claro que hay espacio para más entregas. Un filme emocionante que expande la franquicia y nos deja con ganas de más. Ana de Armas se convierte en la nueva figura del universo John Wick con Ballerina, un spin-off lleno de acción brutal, coreografías espectaculares y una historia de venganza.
Aunque sigue una fórmula conocida, deja claro que hay espacio para más entregas. Un filme emocionante que expande la franquicia y nos deja con ganas de más.
Ana de Armas se convierte en la nueva figura del universo John Wick con Ballerina, un spin-off lleno de acción brutal, coreografías espectaculares y una historia de venganza.
El universo John Wick se expande con Ballerina, una película que entrega exactamente lo que promete: acción impecable, estilo visual contundente y un nuevo rostro protagónico que podría sostener múltiples spin-offs por sí sola.
Ana de Armas interpreta a Eve, una joven que, siendo niña, es testigo del asesinato de su padre y sufre un intento de secuestro a manos de un grupo de asesinos a sueldo. Años después, con entrenamiento, cicatrices y furia acumulada, regresa a cobrar venganza.
Desde su primera aparición, Ana de Armas impone presencia y demuestra que puede ser tanto una figura carismática como una máquina imparable en combate. No es una copia de John Wick, pero sí una digna heredera del estilo letal y elegante que caracteriza a este universo.
Sus secuencias de acción están coreografiadas con una precisión asombrosa. Pareciera que el objetivo de la película es que cada pelea sea presentada de la forma más espectacular como jamás se ha visto en el cine, por ejemplo la secuencia de combate con granadas y lanzallamas son claro ejemplo de esto.
Eso sí, la película no escapa del molde ya establecido por la franquicia: personaje trágico, sed de venganza, reglas que se rompen y un mundo lleno de códigos ocultos y organizaciones criminales estilizadas.
La historia repite la estructura típica, pero sigue funcionando. Aun así, deja la sensación de que el guion se guarda demasiado para futuras entregas. El lore de las organizaciones secretas, los cultos y los clanes de asesinos está presente, pero solo como insinuación: se intuye mucho más de lo que se muestra, lo cual puede ser frustrante para quienes esperaban una expansión más sustancial del universo.
La participación de Keanu Reeves como John Wick es breve pero magnética. Su sola presencia eleva la película y, aunque por momentos llega a opacar a la protagonista, su aparición tiene sentido narrativo y resulta efectiva como puente entre historias. En contraste, Norman Reedus aparece en un rol que prometía más, pero que al final se siente como desperdiciado.
Len Wiseman, el director de Ballerina, se mantiene fiel al estilo planteado por el creador de la franquicia (Chad Stahelski) y apuesta por un guion sobrio, con pocos diálogos, apostando a la acción como principal forma de narración. Funciona en términos de ritmo, pero en ciertos momentos se extraña un poco más de profundidad o contexto, para darle mayor profundidad al conflicto de la protagonista.
Veredicto Rank Up: ÉPICO
Ballerina no reinventa la fórmula de John Wick, pero sí introduce a una nueva figura protagonista con el carisma, la habilidad y la presencia necesarias para seguir expandiendo este universo. Con coreografías que rozan la perfección, una estética potente y una historia que deja puertas abiertas, esta película no solo funciona: te deja pidiendo más.
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