Mario Kart World revoluciona la franquicia con un mundo abierto gigantesco, nuevos modos como Knockout Tour y carreras de hasta 24 corredores. Aunque algunos ítems necesitan pulirse, las pistas complejas, mecánicas renovadas y un diseño visual espectacular lo convierten en una entrega fresca, retadora y emocionante, perfecta para inaugurar una nueva era en la saga.

Mario Kart World llegó con la promesa de renovar la fórmula clásica de la franquicia y lo cumple con creces. El Grand Prix regresa con su formato tradicional de cuatro circuitos, pero ahora acompañado de modos ambiciosos como el Knockout Tour y un vasto modo exploración que abre nuevas posibilidades para la serie.

Sí, Mario Kart ya no es solo correr: ahora también se trata de descubrir.

Desde el arranque, el juego impacta con carreras de hasta 24 corredores, una escala nunca antes vista que añade caos, emoción y un dinamismo refrescante y en cuanto al modo Grand Prix se presentan 7 circuitos diferentes.

La IA ha sido afinada para ofrecer un desafío real incluso a veteranos de la serie, y eso se nota desde tus primeras partidas: ganar ya no es tan fácil, pero perder también puede ser muy divertido.

En cuanto a objetos, hay aciertos y tropiezos. Regresa el hongo gigante (¡y qué placer es aplastar rivales!), se introduce la flor de hielo con una gran animación al congelar enemigos, y el caparazón dorado, que deja monedas tras de sí, aunque no logra generar tanto impacto. Algunos nuevos ítems, como los martillos, se sienten poco pulidos, pero la intención de innovar está presente.

Donde Mario Kart World brilla con fuerza es en el diseño de pistas. Hay un despliegue técnico y creativo impresionante: múltiples caminos, detalles visuales abrumadores, referencias escondidas y una sensación constante de asombro.

Las nuevas mecánicas como el wall riding, correr sobre rieles o el salto cargado para alcanzar rutas alternas cambian por completo la estrategia y la sensación de carrera. Es aquí donde esta entrega se siente verdaderamente “nueva”.

El Free Roam, que es explorar el mundo libremente ha sido criticado por su supuesta falta de contenido, pero esas críticas no hacen justicia a su propuesta. El mundo abierto no es un campo vacío: es una celebración de todo lo que Mario Kart ha construido a lo largo de los años.

Encontrar rutas ocultas, desafíos de habilidad con monedas, secretos, paneles por activar y un sinfín de detalles hacen que valga la pena cada minuto invertido. ¿Justifica su precio de lanzamiento? Puede debatirse, pero el contenido está ahí, y es abundante.

El Knockout Tour merece mención aparte: es una experiencia más intensa y conectada, donde recorres hasta 8 trayectos continuos a través de distintas pistas intercaladas con segmentos del mundo abierto.

Aquí se demuestra el sobresaliente trabajo de diseño de niveles del equipo de desarrollo: un mundo conectado, complejo y desafiante, que no da tregua.

¿Puntos a mejorar? La ausencia de los modos Mirror y 200cc en el Grand Prix duele, aunque quizá lleguen vía DLC, todavía con más personajes, pero la cantidad de pistas que hay de lanzamiento alcanza de momento.

La variedad de personajes es enorme y hay muchas skins, algunas se sienten limitadas en número para ciertos personajes como Donkey Kong o Bowser Jr. Aun así, desbloquearlas es una experiencia divertida y creativa.

La selección de vehículos también destaca por sus estadísticas únicas por personaje y por sus diseños llamativos, lo que añade una capa extra de estrategia.

La cantidad de elementos desbloqueables hacen del juego una experiencia re jugable y que se disfruta altamente gracias a sus muy abundantes horas de diversión.

Sin duda, las primeras horas en Mario Kart World son mágicas. Hay una emoción especial al descubrir pistas, desbloquear personajes y explorar el mundo por primera vez, una sensación que evoca esa sensación de asombro cuando experimentas algo completamente nuevo.

Esa chispa inicial es inolvidable, pero lo mejor es que, incluso tras muchas horas, el juego mantiene su encanto y sigue siendo igual de disfrutable gracias a su variedad, reto y profundidad.

Con un mundo abierto colosal, pistas complejas e interconectadas, un roster impresionante y modos de juego que empujan la franquicia hacia nuevos horizontes, Mario Kart World no solo cumple: arranca con fuerza como uno de los mejores estrenos de su consola.

Descubrir cada rincón, cada personaje y cada pista es parte de una experiencia que se disfruta solo o con amigos… como debe ser en Mario Kart.