El CEO de Ubisoft, Yves Guillemot, será próximamente citado a juicio por presunta complicidad en casos de acoso sexual y psicológico dentro de la empresa.

Tres exdirectivos están acusados de un abuso sistemático. El sindicato Solidaires Informatique afirma que la dirección permitió ese entorno. El juicio comenzará el 2 de junio de 2025 en Francia.

Juicio a exdirectivos por casos de acoso

El juicio involucra a Serge Hascoët, Thomas François y Guillaume Patrux, todos exejecutivos de alto rango en Ubisoft. Están acusados de acoso psicológico, sexual y conductas racistas ocurridas entre 2017 y 2020. Según las denuncias, existió un entorno laboral permisivo con comportamientos abusivos, en el que las víctimas fueron silenciadas o ignoradas.

El sindicato Solidaires Informatique y víctimas del caso aseguran que los mandos de Ubisoft, incluyendo a Guillemot y Derain, permitieron que estos abusos persistieran al no actuar efectivamente. Si bien no se les acusa de cometer acoso, sí de permitir una cultura organizacional que lo facilitaba. La compañía también será citada como entidad jurídica.

Casos documentados y renuncias previas

Hascoët, vinculado a numerosos juegos de Ubisoft, renunció en 2020 tras una ola de denuncias. Se le acusa, entre otras cosas, de comentarios sexistas, racistas y de crear un ambiente hostil. François, por su parte, está señalado por acoso sexual sistemático, incluyendo comportamientos inapropiados en fiestas y en la oficina. Patrux fue acusado de acoso psicológico constante.

Ubisoft admite fallos y promete mejoras

Guillemot reconoció en 2020 que la empresa falló en proteger a sus empleados y prometió reformas. En 2021, una encuesta interna reveló que una de cada cinco personas no se sentía segura o respetada en su entorno laboral. A pesar de los esfuerzos, el grupo A Better Ubisoft denuncia que muchos responsables fueron solo trasladados o incluso promovidos.

El juicio comenzará en junio

El juicio se reanudará el 2 de junio de 2025, tras haber sido aplazado en marzo por falta de tiempo para revisar los documentos del caso. La inclusión del CEO y otros altos cargos marca un punto de inflexión al enfocarse no solo en los agresores directos, sino también en los mecanismos institucionales que permitieron sus acciones.

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