Dina ha pasado de ser un personaje secundario a robarse la atención en la segunda temporada de The Last of Us. 

Con un pasado revelado por primera vez en el episodio 5, una actuación muy destacada de Isabela Merced y decisiones clave, su presencia se ha convertido en el corazón emocional de esta intensa historia.

Aunque la segunda temporada de The Last of Us gira en torno al duelo y la sed de venganza de Ellie, hay un personaje que, sin buscar protagonismo, se ha convertido en el alma emocional de la historia: Dina.

El episodio 5 es la prueba definitiva de que su presencia es mucho más que la de un interés romántico. Con una actuación sutil pero contundente de Isabela Merced, la serie le da a Dina el desarrollo que el videojuego apenas sugería, y que aquí brilla con fuerza propia.

Una historia que nunca oímos en el juego

Una de las mayores revelaciones de este episodio es cuando Dina comparte por primera vez su historia personal. En una escena íntima con Ellie, relata cómo su familia fue asesinada cuando era niña, y cómo tuvo que esconderse, impotente, mientras escuchaba todo.

Es un momento silencioso pero cargado de peso emocional, que no existe en el videojuego, y que permite comprender mejor su fortaleza, su madurez y su forma de acompañar a Ellie sin juzgarla.

En el juego, sabemos poco de Dina más allá de su rol como pareja de Ellie y sus habilidades para sobrevivir. En cambio, la serie le da voz propia y un pasado definido, lo que la convierte en una figura mucho más tridimensional.

Momentos clave en el episodio 5

Dina ha tenido escenas memorables en toda la temporada, pero en este capítulo alcanza uno de sus picos narrativos. Además del relato de su pasado, hay dos momentos donde su carácter queda claramente expuesto:

Cuando enfrenta a Ellie antes de que salga a buscar a Nora. Le advierte con franqueza, pero sin victimismo, que no necesita cargar todo sola. Dina demuestra que no está ahí para ser salvada ni para seguir ciegamente, sino para poner límites y hablar con claridad.

La escena contra los Stalkers. Dina advierte a Ellie que deben actuar sigilosamente antes de entrar en combate con disparos, sin embargo una situación de extremo riesgo muestra su fragilidad y su cambio de estrategia y pensamiento. Es esa mezcla de lealtad y lucidez la que hace que su personaje crezca en cada escena.

La actuación de Isabela Merced: una revelación

Desde su primer episodio, Isabela Merced ha sabido construir a Dina con una naturalidad impresionante. Lejos de sobreactuar o subrayar emociones, su interpretación se sostiene en los gestos, las miradas y el tono de voz.

En este capítulo, su relato sobre la muerte de su familia es uno de los mejores momentos actorales de toda la serie: sin necesidad de lágrimas ni música dramática, logra transmitir el trauma y la fuerza que la definen.

Además, en escenas más ligeras o cotidianas, mantiene el equilibrio perfecto entre calidez, inteligencia y firmeza. Dina no es una figura secundaria, es una presencia constante que ilumina o tensiona cada escena según lo que Ellie necesite… o no quiera oír.

Un personaje que se está ganando la temporada

Con cada episodio, Dina se consolida como uno de los pilares emocionales y narrativos de The Last of Us. No solo por su cercanía con Ellie, sino porque la serie ha sabido construirla como una persona con voz, pasado y convicciones propias, algo que toma del juego, pero que lo desarrolla aún más.

Gracias a un guion inteligente y a la poderosa actuación de Isabela Merced, Dina ya no es solo la compañera de viaje: es el corazón que equilibra la oscuridad creciente del mundo de Ellie. Y si sigue así, no cabe duda: es el personaje que se está robando la temporada.