Saturday Night: La noche que cambió la historia de la comedia nos ofrece un vistazo íntimo a cómo el icónico programa de televisión revolucionó la comedia para siempre. A través de un ritmo vertiginoso, esta película destaca el impacto cultural y las transformaciones que SNL trajo al mundo del entretenimiento, consolidándose como un fenómeno generacional.

Jason Reitman nos transporta a la caótica noche previa al estreno de Saturday Night en 1975, un momento clave en la historia de la comedia televisiva. Con un ritmo vibrante y un elenco impresionante, la película captura la tensión, el ingenio y el impacto de un show que definiría el humor estadounidense por generaciones.

Desde el primer minuto, Saturday Night: La noche que cambió la comedia nos sumerge en los desafíos que enfrentó Lorne Michaels, interpretado de forma correcta por Gabriel Labelle, para poner en marcha el legendario programa. La presión por armar un elenco, definir el tono del show y superar la censura televisiva son algunos de los obstáculos que el guion, con una mezcla de tensión y comedia, logra plasmar de manera brillante.

Uno de los grandes aciertos del filme es su elenco. Corey Michael Smith brilla como un joven Chevy Chase, un talento prometedor que sufre el abuso de comediantes veteranos sin imaginar que pronto se convertiría en una estrella. Dylan O’Brien ofrece una interpretación carismática de Dan Aykroyd, mientras que Matt Wood logra capturar la energía salvaje de John Belushi, con una escena que mezcla un poco de dramatización con certeza histórica, misma que resulta memorable donde patina en el Rockefeller Center momentos antes de firmar su contrato.

La película no solo muestra la creación del programa, sino también los conflictos externos que amenazaban con cancelarlo antes de su estreno. Willem Dafoe encarna magistralmente a un ejecutivo de la cadena, un hombre estricto que en cualquier momento podría apagar la transmisión antes de que inicie. Además, se introduce una figura puritana que busca censurar el contenido del show, subrayando las tensiones culturales de la época.

Lo que hace que esta película trascienda es la dirección de Jason Reitman, hijo del icónico Ivan Reitman (Ghostbusters), quien creció rodeado de las historias y excesos de la generación dorada de SNL. Su visión permite que el filme capture no solo los eventos históricos, sino la emoción genuina de un momento en el que el futuro de la comedia estaba en juego.

A pesar de que el público sabe que el show se transmitió y se convirtió en un fenómeno cultural, la película logra mantener la incertidumbre hasta el último segundo. Saturday Night: La noche que cambió la comedia es un homenaje emocionante y vibrante a la comedia televisiva, recordándonos que la historia no solo se escribe con talento, sino con nervios de acero y una buena dosis de locura.