Piratas, tigres, mafiosos y turistas, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii lo tiene todo en un alocado Spin-Off que resulta muy divertido en todo momento. En esta aventura formaremos nuestra tripulación pirata y surcaremos los mares de Hawái en una búsqueda de tesoros que se siente fresca sin perder la esencia de la saga.

Pirata por accidente

Nuestra aventura por Hawái comenzará con el legendario yakuza Goro Majima, quien es despertado en una playa por Noah, un niño cuya mascota es un tigre que comparte nombre con el mafioso protagonista. El único problema es que Majima no recuerda nada. Sediento y desorientado, es auxiliado por Noah y, casi de inmediato, se mete en problemas con una banda de piratas locales. Sin entrar en demasiados detalles para evitar spoilers, Majima se convertirá en capitán de su propio barco y formará su tripulación en una aventura que lo llevará por aguas hawaianas en busca del tesoro de un barco español que se hundió hace cientos de años.

La historia es sumamente divertida y se aleja un poco de la típica trama de los juegos de Yakuza, lo que resulta un acierto para mantener el juego novedoso. Además, la personalidad de Majima es perfecta para esta aventura marina.

Otra característica que regresa de otras entregas son las sub-historias, misiones secundarias que muchas veces nos presentan momentos emotivos o muy raros, pero divertidos. Y vaya que en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii pasaremos un buen rato completándolas y viendo el desenlace de cada una. Nunca se sienten aburridas y nos permitirán conseguir recompensas como objetos equipables o nuevos miembros para la tripulación.

El capitán más fuerte de los mares de Hawái

Al igual que en otros juegos de Ryu Ga Gotoku Studio, podremos explorar libremente varias locaciones en busca de coleccionables, las ya mencionadas sub-historias, miembros que podemos reclutar para nuestra tripulación y una amplia variedad de actividades que le dan mucha vida al juego. Entre mis favoritas están algunas que regresan, como repartir comida en bicicleta mientras hacemos trucos, o el minijuego de béisbol, que esta vez tiene un giro más acorde a la temática pirata. En esta ocasión, podremos explorar diversas islas en el mar de Hawái, pero entre las locaciones más destacadas se encuentran Honolulu, que ya vimos en Infinite Wealth, y Madlantis, un cementerio de barcos convertido en una pequeña isla que sirve de escondite y refugio para piratas. Este lugar también cuenta con una especie de coliseo marítimo donde nos enfrentaremos a otros barcos.

Hablando de barcos, al ser un juego de piratas, la navegación y el combate a bordo de nuestra embarcación están presentes en Pirate Yakuza in Hawaii. Si bien no ofrece la libertad de exploración de juegos como Assassin’s Creed IV, es un elemento bien implementado y muy disfrutable. La navegación se desarrolla en diversos mapas relativamente pequeños, donde podremos explorar islas en busca de tesoros, visitar faros para modificar nuestra tripulación o viajar a otras zonas.

En cuanto al combate, funciona bien y resulta entretenido. Podremos equipar nuestro barco con distintas armas y elegir entre atacar con ellas o simplemente dejar el timón para usar un lanzacohetes y disparar nosotros mismos.

Respecto a Majima, en esta ocasión tenemos dos estilos de combate disponibles, los cuales podemos alternar en cualquier momento a mitad del enfrentamiento. El primero es similar a lo visto en juegos como Yakuza 0, combinando artes marciales con el clásico cuchillo de Majima. En esta entrega, podremos saltar y crear clones al estilo Naruto, haciendo que el combate se sienta más rápido y ágil que en anteriores títulos. La segunda opción transforma a Majima en un auténtico pirata, atuendo incluido, permitiéndole atacar con un par de espadas piratas que puede arrojar como búmeran mientras sigue golpeando a sus enemigos con los puños. También podremos atacar a distancia con un arma de fuego pirata.

El combate cuerpo a cuerpo está muy bien implementado y nos brinda muchas opciones, haciendo que derrotar enemigos sea sumamente satisfactorio. En ciertos momentos del juego, tendremos que pelear junto a nuestra tripulación contra grandes grupos de enemigos, lo que hace que estas batallas campales se sientan frescas y emocionantes.

Un paraíso tropical a tu disposición

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es un juego visualmente atractivo. No tiene los mejores gráficos del mercado, pero cumple bastante bien. Los escenarios están bien diseñados y son variados, con una iluminación lograda que resalta cada locación. Además, entornos como Madlantis contrastan con el resto de las islas, evitando que el paisaje se vuelva repetitivo.

El apartado sonoro también está bien trabajado, tanto en música como en efectos. Personalmente, jugué con las voces en japonés, y como siempre, el trabajo de doblaje es genial, reflejando la personalidad de cada personaje a lo largo de la aventura.

Veredicto final: La entrega más única de Yakuza

Con una alocada historia que nos sitúa a bordo de un barco pirata en busca de un naufragio español, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es un spin-off sumamente bien logrado y divertido de principio a fin. Mantiene el fluido combate cuerpo a cuerpo característico de la saga, pero con mejoras que lo hacen más dinámico. Además, incorpora mecánicas de combate naval que, aunque no son el foco principal, están bien implementadas y resultan entretenidas.

Si bien Yakuza: Like a Dragon cambió drásticamente la serie al adoptar un sistema de RPG por turnos, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii se siente único y completamente distinto a las demás entregas de la franquicia. Su premisa es una locura que se aleja de lo tradicional, pero el juego está repleto de contenido variado que garantiza horas de diversión. Definitivamente, vale la pena embarcarse en esta aventura pirata por Hawái.