Lejos de ser solo un pasatiempo, los videojuegos han demostrado ser herramientas de valor para la salud mental y maestros en la materia. No solo ofrecen entretenimiento, sino que también pueden servir como un refugio emocional, facilitando la conexión social y el autodescubrimiento. En esta columna, exploraremos cómo los videojuegos pueden impactar positivamente nuestras vidas.

Introducción

Muchas cosas horribles se le han atribuido falsamente a los videojuegos: violencia, maltratos, cultura de armas, asesinatos. Pero en esta columna no hablaremos de eso, sino de su contribución positiva a la sociedad, una que puede pasar desapercibida si no se ha experimentado de primera mano.

Acompáñenme a descubrir cómo unas simples horas de juego con amigos o en tu título favorito pueden aportar a tu salud mental. Aunque al principio uno podría creer que solo jugamos para divertirnos, para muchos se convierte en un escape de una sociedad que no les acomoda o en un descanso de la ansiedad e inquietudes que acechan la mente diariamente.

Mi experiencia personal

Aunque muchos lectores sólo conocen mi foto de perfil, me gustaría compartir mi experiencia con los videojuegos como una herramienta de bienestar emocional. Antes de continuar, es importante aclarar que los videojuegos no sustituyen el tratamiento profesional, pero pueden ser un complemento valioso.

Desde niño, los videojuegos fueron uno de mis hobbies favoritos. Pasaba horas disfrutando títulos del 2010, acompañado de mis amigos y la consola en turno. Sin embargo, cuando entré a Bachillerato, las cosas cambiaron. Me sentía solo, incluso rodeado de gente. Creía que nadie en mi salón quería que yo estuviera allí. Para colmo, la pandemia de COVID-19 declara cuarentena en la Ciudad de México, intensificando mi aislamiento.

For Honor un juego que me ayudó a hacer amigos en línea

Al principio, me sentí tranquilo, sin necesidad de socializar ni enfrentar comentarios pasivoagresivos. Pero con el tiempo, descubrí que extrañaba hablar con personas. Gracias a juegos como For Honor, el juego que jugaba con uno de mis pocos amigos y Pokémon Espada y Escudo, donde conocí gente en línea con la que compartía intereses y humor. Tras muchas partidas y madrugadas conversando, decidí ir a terapia para enfrentar mis emociones.

No diré que ahora estoy perfecto, pero los videojuegos me dieron el impulso para salir lentamente del pozo de depresión y ansiedad que había creado, con el apoyo de amigos y profesionales. Sé que no soy la única persona con una historia similar, y hay muchas otras en las que los videojuegos han sido un factor positivo.

Datos y estudios

No solo basta con mi experiencia personal. Un estudio de Power of Play, publicado por la Asociación Española de Videojuegos, en colaboración con la Entertainment Software Association of America y Video Games Europe, encuestó a 13,981 personas en 12 países. El 71% de los encuestados afirmó que los videojuegos les ayudan a sentirse menos estresados, ansiosos o aislados al jugar en línea.

Además, el 80% cree que los videojuegos proporcionan estimulación mental, mejorando el estado de ánimo y, en algunos casos, ayudando a controlar síntomas depresivos.

Un estudio de Cambridge (2021) titulado “Prospective relationships of adolescents’ screen-based sedentary behaviour with depressive symptoms” encontró que los niños que jugaban videojuegos al menos una vez a la semana a los 11 años, tenían un 24,2% y un 31,2% menos de riesgo de depresión a los 14 años, en comparación con aquellos que jugaban con menor frecuencia o simplemente no lo hacían.

Por otro lado, un estudio de Microsoft (2021), realizado dentro del Programa de Comentarios de la Comunidad de Accesibilidad de Xbox, encuestó a jugadores con discapacidad sobre su salud mental durante la pandemia. El 84% estuvo de acuerdo en que los videojuegos tuvieron un impacto positivo en su bienestar emocional, mientras que el 71% afirmó que les ayudaron a sentirse menos aislados.

Hazlo por ti y juega

Desde Rank Up, nos preocupamos por el bienestar de nuestros lectores y de toda persona que comparte este bello pasatiempo con el que podemos adentrarnos en mundos maravillosos, ya sea solos o bien acompañados. Invitamos a todos a seguir jugando, aprendiendo de sí mismos y recordando que, a veces, una hora de juego puede ser la mejor inversión de tu vida, siempre con el apoyo profesional adecuado.