La industria de los semiconductores enfrenta un momento decisivo, con Taiwán a la vanguardia. TSMC, gigante del sector, está trabajando para reducir el impacto de los altos precios de las tarjetas gráficas, pero su nueva planta en EE. UU. aún necesita tiempo para operar. ¿Podrá frenar la crisis de precios que afecta a los consumidores?

La industria de los semiconductores vive un momento crucial, impulsada por la creciente demanda de tecnologías como la inteligencia artificial. En medio de esta revolución, TSMC, el principal fabricante de chips de Taiwán, se está preparando para abrir una nueva planta en Arizona, EE.UU., que podría cambiar la situación del mercado de las tarjetas gráficas. La planta, que producirá chips de 3 nm, no comenzará a operar hasta 2027, un retraso que pone en duda si podrá frenar la subida de precios de las GPU en el corto plazo.

A pesar de que TSMC ya produce algunos chips en EE.UU., la transición hacia la fabricación en masa de su tecnología más avanzada es un proceso que tomará tiempo. La preocupación radica en que, si las tensiones comerciales con China se intensifican y los aranceles sobre los productos taiwaneses aumentan, tanto NVIDIA como AMD podrían verse obligadas a retrasar el lanzamiento de sus nuevas tarjetas gráficas. Esto podría mantener los precios elevados, como ocurrió en 2021. No obstante, si TSMC logra adelantar la producción y estabilizar sus operaciones, podría evitar que los costos de las GPUs sigan en ascenso, brindando alivio a los consumidores.

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