Una especie de Interstellar, pero con más romance y nostalgia brindada por su increíble soundtrack.

Oblivion (2013), dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Tom Cruise y Andrea Riseborough, es una película que combina ciencia ficción, romance y misterio en un futuro distópico. Si eres fan de cintas como Interestellar pero buscas una dosis más fuerte de emoción romántica y visualmente impactante, Oblivion es una opción perfecta. Con un soundtrack nostálgico compuesto por la banda M83, la película logra sumergirnos en un mundo desolado pero lleno de secretos.

Jack Harper y Victoria Olsen son los únicos habitantes de la Tierra, un planeta devastado hace sesenta años tras una guerra con fuerzas extraterrestres. Ambos están encargados de recolectar información y eliminar a los últimos invasores que aún permanecen en el planeta, con la promesa de que algún día la humanidad podrá regresar a habitarlo. Como parte de su misión, aceptaron borrar todos sus recuerdos personales, permitiéndoles concentrarse únicamente en su labor. Lo único que saben con certeza es que son un matrimonio y que su trabajo es vital para la supervivencia de la especie humana.

Sin embargo, todo cambia cuando Jack rescata a Julia, una misteriosa mujer que lo reconoce como su esposo. Este inesperado encuentro hace que Jack comience a cuestionar todo lo que creía verdadero, llevándolo a descubrir una verdad oculta que lo obligará a enfrentarse a una conspiración mayor y a luchar por el futuro de la humanidad.

El guion de Oblivion es uno de sus puntos más fuertes. Cada revelación está cuidadosamente dosificada, logrando mantener la atención del espectador de principio a fin, con giros narrativos que sorprenden y emocionan. Lo que realmente destaca es la manera en que la música, compuesta por M83, se fusiona con las escenas de forma tan natural y envolvente que no solo acompaña la acción, sino que potencia la inmersión y la carga emocional de la historia.

Por otro lado, las actuaciones son impecables. Tom Cruise, Andrea Riseborough y Olga Kurylenko logran dar vida a personajes complejos y llenos de matices, haciéndote sentir como si estuvieras dentro de la historia en lugar de solo viendo una película. A esto se suma el impresionante diseño visual: la arquitectura de los escenarios, los paisajes desolados y los efectos especiales crean una atmósfera futurista y minimalista que sigue siendo espectacular incluso más de diez años después de su estreno en 2013.

En conclusión, Oblivion no solo es una experiencia visual impresionante, sino también una historia profunda y emotiva que explora temas como la identidad, los recuerdos y la resiliencia humana, convirtiéndola en una película que sigue vigente y mágica hasta el día de hoy. Si la quieres ver en un sistema de streaming, te contamos que está disponible en Netflix y Max.