¿Debemos replantear nuestras expectativas sobre qué significa ser “el mejor juego del año”?

Los Game Awards de 2024 se llevarán a cabo este 12 de diciembre y desde inicios de mes tenemos acceso a las votaciones para las diferentes categorías. Como cada año, se seleccionan los juegos que irán para la categoría más importante de la noche, el juego del año (GOTY), teniendo en cuenta su narrativa, jugabilidad, recibimiento y mecánicas. Lamentablemente la polémica de este año es un tanto específica.

Debido a la decisión de los premios de cambiar las reglas para que se acepten DLCs en la categoría de GOTY, despertando una notoria indignación por parte de los jugadores, ya que se piensa que el DLC de Elden Ring: Shadow of The Erdtree, estaría ocupando el espacio de algún otro candidato.

Con los Game Awards a la vuelta de la esquina, es normal que las personas voten y defiendan a sus juegos favoritos que fueron nominados para las diferentes categorías. Sin embargo, el internet no ha sido siempre una inocente criatura cuando de expresar opiniones se trata.

Indignación de los jugadores

La pregunta que surge es la siguiente: ¿es aceptable que algo que no es un juego nuevo en esencia esté nominado a GOTY?

Empecemos con el lado positivo. Que un DLC o remake se cuele entre los nominados no es un hecho trivial; implica más bien que ha cumplido con la demanda de calidad de un nominado a GOTY. Consideremos casos como The Last of Us Part I (remake) o Bloodborne: The Old Hunters (DLC). Estos títulos no son meros añadidos o refritos; son reinterpretaciones o expansiones que revitalizan y le dan un añadido narrativo, visual y de experiencia de juego.

Como ejemplo actual tenemos Elden Ring: Shadow of The Erdtree. Tenemos entendido de que solo el DLC puede llegar a durar 32 a 40 horas, dependiendo de tu modo de juego. Para muchas personas eso ya amerita contar como un juego nuevo.

Pero digamos que no, que pese a esta realidad de que Elden Ring: Shadow of The Erdtree tiene una amplia duración como para ser posicionado con DLCs que solo ofrecen aspectos y tres misiones más, hay personas que se rehúsan a aceptar su nominación.

Que esta expansión se encuentre en los Game Awards solo es muestra de la calidad con la que fue hecho, volviéndose uno de los estrenos más esperados de mediados de año, teniendo más de medio millón de jugadores simultáneos en su salida y siendo trending en plataformas de streaming como Twitch.

Además, este fenómeno podría ser un indicio de cómo los costos de producción astronómicos sofocan la innovación. Crear juegos AAA hoy requiere inversiones colosales, y los estudios prefieren maximizar ganancias con proyectos más seguros, que no alcanzan a estar a la altura de DLCs o remakes que podría entregar una desarrolladora grande.

Una pelea por razones incorrectas

La nominación de DLCs y remakes al GOTY no es un problema en sí misma, sino un espejo de una realidad más compleja. Por un lado, destaca su excelencia, y por otro, expone las limitaciones creativas de la industria. Quizás lo que necesitamos no es excluir a estas obras de las nominaciones, sino replantear nuestras expectativas sobre qué significa ser “el mejor juego del año”.

Al final, la calidad debe ser el único criterio. Si un DLC o remake puede competir con un título original, es porque ha alcanzado un nivel que merece ser reconocido. La verdadera pregunta es: ¿está la industria ofreciendo suficientes experiencias frescas para que estas nominaciones sean la excepción y no la regla?

Sea como sea, el chiste es que los Game Awards se acercan y no hay razón para explotar en redes. Desde Rank Up, los invitamos a votar por los juegos que ustedes quieran y crean que merecen su apoyo y a que disfruten del evento este 12 de diciembre a las 7:00pm, en nuestras plataformas de streaming como YouTube y Twitch.